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Lo urbano-rural debe ser entendido como un sistema orgánico vivo, complementario, integrado, ecológico. En el año 1999 el Municipio de Manta y la Facultad de Arquitectura de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (ULEAM) se insertaron en la Red mundial de Ciudades Medias e Intermedias (CIME´s) liderada desde entonces por Josep María Llop, Director de la Cátedra UNESCO de la Universidad de Lleida en Cataluña, España. Esto nos permitió entender el territorio (lo urbano y lo rural) desde una visión holística nueva, vigorosa, sinérgica y fractal, respetuosa de los contextos regionales y locales, y de los rasgos identitarios y culturales no tomados en cuenta por el pensamiento y las teorías post-modernas de las grandes metrópolis. En las Ciudades Medias e Intermedias de Ecuador y en las más pequeñas que algún día se convertirán en CIME´s (218 de las 221 ciudades) habitan e interactúan con su entorno rural aproximadamente el 65 % de los habitantes del país y tienen el potencial para equilibrarlo territorial y poblacionalmente, en relación de intermediación, ecodependencia e influencia más justa, próxima y solidaria. Como indicador cuantitativo, a través de las secciones regionales de CGLU se consensuó en 2016 limitar la ciudad intermedia por un umbral de entre 50.000 y un millón de habitantes, asumiendo que esta franja podría ser ampliada en contextos espaciales como el asiático (China e India), o reducida en Europa hacia umbrales de 20.000 habitantes.
